DESCRIPCION:
Es una planta rastrera que tiene de 5 a 8 hojas bien desarrolladas, el tallo principal emite las brotaciones de segundo orden a partir de las axilas de las hojas, en las brotaciones secundarias se inician las terciarias y así sucesivamente, de forma que la planta llega a cubrir 4 a 5 m2. Se trata de tallos herbáceos de color verde, recubiertos de pilosidad que se desarrollan de forma rastrera alcanzando una longitud de 4 a 6 m; raíz principal profunda y raíces secundarias distribuidas superficialmente; flores de color amarillo, solitarias, pedunculadas y axilares; el fruto es globosa u oblonga formada por 3 carpelos fusionados con receptáculo adherido, que dan origen al pericarpo; el ovario presenta placentación central con numerosos óvulos que darán origen a las semillas; su peso oscila entre los 2 y los 20 kg; el color de la corteza es variable, pudiendo aparecer uniforme (verde oscuro, verde claro) ó a franjas de color amarillento, grisáceo o verde claro sobre fondos de diversas tonalidades verdes; la pulpa también presenta diferentes colores (rojo, rosado o amarillo) y las semillas pueden estar ausentes (frutos triploides) o mostrar tamaños y colores variables (negro, marrón o blanco), dependiendo del cultivo.
CLIMA:
Para que la planta germine necesita una temperatura de 15 a 25°C, para la floración óptima de 18 a 20°C y para el desarrollo y maduración del fruto se necesita una temperatura de 23 a 28°C. No es muy exigente en suelos, aunque le van bien los suelos bien drenados, ricos en materia orgánica y fertilizantes. No obstante, la realización de la técnica del enarenado hace que el suelo nos sea un factor limitante para el cultivo de la sandía.
SIEMBRA:
La planta injertada procedente del semillero debe colocarse de forma que, el cepellón quede en contacto con el suelo, cubriéndolo con arena y el injerto quede por encima de la arena, evitando así la emisión de raíces por la humedad que proporciona el riego, ya que de lo contrario podrían presentarse problemas de ataque de plagas. Generalmente se cubre el suelo/arena con una película de polietileno negro, para aumentar la temperatura del suelo, disminuir la evaporación, las malas hierbas, aumentar la concentración de CO2 en el suelo, aumentar la calidad del fruto, al eludir el contacto directo del fruto con la humedad del suelo. Puede realizarse antes de la plantación, o después para evitar quemaduras en el tallo. En plantaciones tempranas, una vez realizado el trasplante, se puede proceder a la colocación de túneles de semiforzado para incrementar la temperatura. La plantación más común es sandía injertada de: 2 x 2 m y 4 x 1 m. El primero tiene el inconveniente de que se cubre la superficie muy pronto e incluso a veces antes de que se hayan desarrollado suficientes flores femeninas, ya que éstas aparecen a partir de la quinta o sexta coyuntura. El segundo marco es más apropiado, ya que además permite un mejor aprovechamiento del agua y de los nutrientes y el descanso de cierta parte del terreno.
COSECHA:
El fruto debe recolectarse cuando está completamente maduro, un indicador de cosecha es el marchitamiento (no la desecación) del zarcillo más próximo al área de contacto entre la fruta y el pedúnculo. En los cultivos con semillas, la madurez se adquiere cuando desaparece la cubierta gelatinosa (arilo) que rodea a las semillas y la cubierta protectora de éstas se endurece. Los cultivos varían ampliamente en cuanto a sólidos solubles en la madurez. En general, un contenido de al menos 10% en la pulpa central del fruto es un indicador de madurez apropiada, si al mismo tiempo la pulpa está firme, crujiente y de buen color.
USOS:
Para consumo humano ya sea en aguas preparadas, ó como fruta fresca y ensaladas
NOMBRE CIENTIFICO:
Citrullus lanatus.